Cristina Ariza (Madrid, 1990) inició en 2011 la aventura de descubrirse ante los demás compartiendo pensamientos, vida y sentimientos. Lo hizo con sus Recuerdos entre la Tierra y el Cielo, libro homenaje a su tío Francisco García, que desde 2008 reside en nuestra residencia para personas mayores. Los textos, poemas y cartas muestran retazos de la vida de Cristina, hablan de sus sentimientos y, sobre todo, de las personas a las que quiere y de las que ha recibido cariño y aliento.
El libro contiene también una recopilación de poesías de Francisco García (Colmenar Viejo, 1922), esas que durante tantos años él mismo ha regalado a todo el que se le ha acercado, manuscritas con letra temblorosa en el reverso de estampas de la Virgen de los Remedios, de la Virgen de la Soledad o de María Magdalena, entre otras. Son poesías que expresan sobre todo la fe en Dios, la devoción a la Virgen y el cariño por Colmenar.
Cristina muestra en varios de los textos su sensibilidad y su mirada agradecida por las personas mayores, como en esta poesía que lleva por título Zapatos desgastados.
ZAPATOS DESGASTADOS
Entre las sombras de la esperanza, mis zapatos caminaban descalzos buscando eso que nunca encontrarían.
Tras las heridas que sufrí en el camino, almacenaba: recuerdos, palabras, sonrisas, lágrimas y una bella realidad.
Las huellas recorrían esa ciudad desierta, desierta de los zapatos.
Alguien dijo un día, una indudable verdad, olvidamos los detalles de la vida y luego es demasiado tarde cuando los queremos valorar.
Una vez escuché de las raíces de mi propia existencia que los ancianos tienen mucha sabiduría, que ella crecía de los árboles de la vida.
Ellos son los que de verdad nos enseñan el camino de la vida, nos muestran sus recuerdos a través de las palabras y nos emocionan con sus ojos llenos de lágrimas; ellos son esos zapatos desgastados en el corazón de los demás.
Francisco, por su parte, invita siempre a la confianza y al amor desde la seguridad de quien se sabe en buenas manos, como en estos versos que reproducimos:
Por muchas cosas que tengas
y años acumulados
no te sientas abatido
y menos desanimado
Pues en esta vida
lo más malo
es abandonarse
y quedarse arrinconado.
No dejes de amar a Dios
pues Él siempre con sus hechos
nos está recordando
que amando seremos amados.
Pues nuestro Padre Dios,
el que tanto amor nos está dando,
no deja de recordarnos
que amando nos estamos amando.
Constantemente estamos viendo
que el Señor nos lleva de la mano
y cuando andar no podemos
no deja de recordarnos
que amando seremos amados.
El libro Recuerdos entre la Tierra y el Cielo puede adquirirse en la Residencia Ntra. Sra. de la Soledad y del Carmen. La autora, Cristina Ariza, ha cedido los beneficios derivados de la venta de esta obra a la Fundación Basílica de Colmenar Viejo.