Dentro del plan de formación anual en la Residencia Ntra. Sra. de la Soledad y del Carmen, en el mes de noviembre de 2013 han tenido lugar dos cursos que han resultado muy atractivos e interesantes:
• “Protocolo en comedores”, dirigido al personal de cocina y servicio de comedores.
• “Inteligencia emocional”, dirigido a personal de todas las áreas de la Residencia.
El curso Protocolo en comedores se ha desarrollado íntegramente en las instalaciones de la Residencia, en modalidad presencial, del 16 al 23 de noviembre. Los objetivos planteados para este curso han sido organizar y efectuar el montaje del comedor para diferentes situaciones, así como identificar y utilizar correctamente las instalaciones, equipamiento, dotaciones y mobiliario del mismo.
Con un desarrollo tanto teórico como práctico en los espacios propios de la actividad, se ha trabajado la preparación del comedor, el montaje de mesas, la organización de las tareas,... así como el servicio de mesas: normas generales, técnicas de servicios,...
Este curso ha contado con catorce asistentes. El personal que ha asistido ha valorado esta formación como “un curso muy práctico y muy útil”, “muy interesante, aprendí cosas que no sabía y que me pueden servir tanto aquí como en mi casa”,...
Por otro lado, el curso de Inteligencia Emocional, que se ha llevado cabo del 19 al 27 de noviembre en modalidad mixta (una parte a distancia y otra presencial en la Residencia Ntra. Sra. de la Soledad y del Carmen), ha tenido como objetivos:
• Trabajar el concepto de Inteligencia Emocional y las distintas habilidades que lo componen: autoconocimiento, autocontrol, automotivación, empatía y habilidades de relación.
• Incrementar el conocimiento emocional de uno mismo y de los demás para conseguir relaciones mejores y más gratificantes.
• Entrenar habilidades de inteligencia emocional que permitan reducir los niveles de estrés y ansiedad y faciliten el afrontamiento de problemas y el planteamiento de soluciones creativas.
Se ha trabajado intensamente por parte de las diecinueve personas participantes en torno a los vínculos entre los sentimientos, las relaciones y los valores; la autoimagen y el autoconocimiento, el autocontrol emocional, la motivación, la empatía,... De forma bastante dinámica, se han explorado también algunas habilidades sociales para el trabajo en equipo, el afrontamiento de los conflictos o la expresión en público.
De entre los asistentes –personal muy variado, tanto de atención directa como de servicios generales o administración- recogemos algunas opiniones sobre el desarrollo del curso:
- “Nos ha parecido un curso muy emotivo, nos ha enseñado a conocernos más nuestro interior, saber cómo abordar problemas y saber escuchar a los demás. Y sobre todo, ser humanos.”
- “Este curso no me arrepiento de haberlo hecho, lo haría las veces que lo den. He aprendido muchas cosas importantes: mirar las cosas de otra manera, aprender cómo mirar a las personas espiritual y emocionalmente. En resumen, es un curso que lo recomiendo a todos los que no lo pudieron hacer. Me iba muy contenta del curso. No dejábamos de hablar de este curso, de lo bien que nos vino. Muy satisfactorio.”
Enlazando con el planteamiento y el espíritu de este último curso realizado en la Residencia, con el deseo de que sigamos buscando hacer cada día mejor nuestro trabajo, que sigamos esforzándonos para que nuestra labor sea cada vez más un mejor trabajo de equipo, que sigamos afrontando cada día las dificultades en nuestro quehacer y en nuestra vida con una mirada de esperanza, que sigamos encontrando sentido a las vidas a las que servimos y que son la razón de ser de esta casa, finalizamos esta reseña recogiendo el Himno a la vida de la Madre Teresa de Calcuta.
La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es hábito, saboréala.
La vida es sueño, conviértela en realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es amor, gózalo.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es una canción, cántala.
La vida es una lucha, acéptala.
La vida es una aventura, arriésgate.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es vida, defiéndela.