Carlos vino en marzo de 2004 para estar aquí mes y medio. "Que me quedo", dijo poco después.
Pocos como él han hecho de esta Residencia una casa, su casa. Carlos acompañó las despedidas de quienes le recibieron (la Hna. Socorro, la Hna. Sole...), vivió de cerca las obras de transformación de la Residencia y fue durante mucho tiempo la primera cara que todos veíamos al entrar.